“… No hay nada que mas tema Satanás que el pueblo de Dios despeje el camino quitando todo impedimento, para que el Señor pueda derramar Su Espíritu sobre una iglesia débil y una congregación impenitente. Si Satanás tuviera su deseo, nunca hubiera otro despertamiento, grande o pequeño, al final de los tiempos. Pero no somos ignorantes
de sus asechanzas. Es posible resistir a su poder. Cuando el camino está preparado para el Espíritu de Dios, vendrá la bendición…