Dios nos ama tanto que anhela el día en que nosotros podamos vivir con él eternamente. Esto nos lleva a la primera pregunta importante: ¿Por qué no estamos ya en el cielo? ¿Por qué es que Cristo no ha regresado ya tal como lo prometió? ¿Será un problema de distancia? Yo no lo creo así porque es un hecho que Cristo ha visitado esta tierra numerosa veces. Recordaréis que él pasó siete días aquí durante la semana de creación y que frecuentemente visitaba a Adán y Eva en el Huerto de Edén. De hecho, él solía salir a caminar con Enoc. Visitó el antiguo patriarca Abrahán y comió con él en su tienda. Habló con Moisés sobre él monte Sinaí. Y durante siete años habitó en un Tabernáculo en el desierto. Leemos cómo Jesús vino al mundo en la forma de un bebé nacido en Belén y vivió entre la humanidad por espacio de treinta y un años. De manera que las Sagradas Escrituras establecen que Cristo ha estado aquí numerosas veces. ¡La distancia no constituye un obstáculo para él!