Desde el comienzo de la Reforma Pro Salud, hemos encontrado que era necesario educar, educar y educar. Enseñen a la gente a conservar la salud y aumentar su vigor, evitando mucho del arte culinario que ha llenado al mundo con inválidos crónicos. Por precepto y ejemplo demuestre claramente que el alimento que Dios dio a Adán en su estado sin pecado es el mejor para el consumo del hombre. Génesis,2:16,17; 3:17-19. Sostened los Principios de la Reforma Pro Salud, y permitid que el Señor guíe a los honrados de corazón. Presentad los Principios de la Temperancia o la moderación en su forma más atractiva. Haced circular libros que den instrucción respecto a una vida sana.